NASHVILLE, Tennessee (AP).- Una mujer fue sentenciada el lunes a 20 años de prisión por haber secuestrado a un niño de cuatro días pretendiendo ser una agente de inmigración.
Tammy Silas, de Ardmore, Alabama, fue sentenciada por el juez federal Todd Campbell luego de que se declaró culpable del rapto de Yair Anthony Carrillo en 2009.
De acuerdo con el contenido del documento de acuerdo entre la fiscalía y la defensa, Silas encaró a la mexicana María Gurrolla en una oficina de asistencia alimenticia y luego se encaminó a la casa de ésta última. Las autoridades dicen que Silas, que tenía en ese momento 39 años, apuñaló a la mujer y arrebató al niño, que fue rescatado inerme tres días después en la casa de Silas en Alabama.
Aparentemente, Silas quería quedarse con el niño y no pidió rescate, de acuerdo con funcionarios relacionados con el caso.
En declaraciones al tribunal, Silas dijo que no sería capaz de pagar los más de 30 mil dólares de indemnización decretados por el juez.
"No tengo nada... y nunca lo tendré", aseguró entre lágrimas.
Gurrolla, quien tenía 30 años en aquel entonces, dijo el lunes al juez que su familia todavía sufre las secuelas del rapto, y que sus otros tres niños tienen problemas en la escuela y padecen de pesadillas frecuentes.
"Es imposible describir el sufrimiento", agregó Gurrolla, cuyas palabras eran traducidas del español al inglés por un intérprete. "Pero tampoco hay nada comparado con la felicidad de tener a nuestro hijo en los brazos una vez más".
Hablando directamente con la acusada, Gurrolla dijo: "por todo el daño que me has hecho, por haber tratado de quitarme la vida, te perdono en nombre de nuestro señor Jesucristo".
Como consecuencia de las puñaladas recibidas, Gurrolla sufrió el colapso de un pulmón. También fue golpeada con puños y botellas de cerveza. Aún lleva las cicatrices del ataque, incluyendo una delgada línea vertical que comienza debajo de su nariz.
"El daño físico causado también es permanente", declaró ante la corte.
Inicialmente, Silas se negó a hacer declaraciones. Pero después del debate sobre la indemnización se volvió visiblemente agitada. La fiscalía había asegurado que ella podría y debería pagar el dinero, mientras que su abogado Isaiah Gant decía que Silas tendrá más de 60 años de edad al salir de la cárcel y que serían escasas las probabilidades de que hallara empleo.
"Seguramente jamás podrá pagar esta suma", agregó Gant.
Silas pidió consecuentemente la palabra y se quejó de que su caso era "todo por el dinero", agregando que una vez puesta en libertad pagaría lo que pudiese.
El juez Campbell observó entonces que las "observaciones ambiguas" de la acusada creaban un interrogante sobre la medida de su arrepentimiento y le ordenó pagar la suma a través de un programa para reos en la cárcel, agregando que una vez libre, la mujer debería pagar el 10% de todos sus ingresos hasta completar la suma.
"Este caso no es sobre dinero; se trata de un rapto", exclamó el juez.
Gurrolla aseguró que el bebé, ahora de 22 meses, parece no haber sufrido daños emocionales como consecuencia del secuestro.
Fuente:aol latino
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