El traje, con un costo de 300 mil dólares, diseñado por Alexander McQueen y luego de su muerte, retomado por Sarah Burton, es presentado en su máximo esplendor en un salón a oscuras e iluminado a cuerpo entero. De esta forma se puede apreciar el elaborado encaje y los detalles añadidos en blanco y marfil.
A parte del impresionante traje, los visitantes también podrán disfrutar de los accesorios utilizados por la Duquesa de Cambridge, como su corona, largo velo y zapatos. También verán el pastel de bodas y una reproducción exacta del ramo de flores en plástico para que pueda mantenerse intacto y sea duradero.
La exhibición, que ya ha vendido cientos de miles de entradas en su primera semana, tiene un costo de unos $30 aproximadamente y los participantes tendrán hasta octubre para separar su espacio y disfrutar de la colección.
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