El viernes, el termómetro en Newark, Nueva Jersey, alcanzó 42 grados centígrados (108 F), la temperatura más alta registrada en esa ciudad. Los aeropuertos cerca de Washington y Baltimore toparon 40,5 grados Celsius (105 F). En Nueva York, alcanzaron 40 grados centígrados (104 F), dos grados Fahrenheit por debajo de su récord y, con una humedad opresiva, la sensación era de 45 grados centígrados (113 F).
Dale Brown, un indigente en Baltimore, dijo que paga 3,50 dólares con el fin de montar el tren todo el día para protegerse del calor y evitar beber alcohol.
"Me sorprende que más indigentes no hagan lo mismo", dijo. "Así puedo pasar la mayor parte del día. Un día más sin beber".
Una vieja penitenciaría en Cranston, Rhode Island, tuvo que traer unidades de aire acondicionado portátiles para remplazar una unidad dañada, además de ventiladores y agua fría para los 100 prisioneros en un sector de celdas. La unidad ha estado dañada un mes porque es tan vieja que tuvieron que fabricar una parte especial para arreglarla. Se espera que la parte nueva llegue el lunes.
En Filadelfia, 50 de las 70 piscinas de la ciudad operaban con turnos de 45 minutos para darle a todo el mundo la oportunidad de entrar. Algunos neoyorquinos no pudieron refrescarse en algunas playas de los distritos de Brooklyn y Staten Island debido a un derrame de millones de litros de aguas negras de una planta de tratamiento.
La onda cálida provino del centro del país -donde empezó el fin de semana pasado y no se disipó hasta el viernes en Chicago- y es una causa sospechosa o confirmada de más de una decena de muertes por todo el país. El viernes, médicos forenses en Chicago culparon a la insolación y a la combinación calor-humedad por la muerte de siete personas.
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