Un ejemplo del sobresaliente corporativismo del PRI moderno, era sin duda aquel SNTE de los años noventa, que podría idolatrar o denostar a cualquier personaje público según fueran los intereses políticos en turno. Con el apoyo de Salinas, Elba Esther Gordillo fue la mujer detrás del poder. Pero no todo el tiempo el ambiente al interior del sindicato de maestros fue miel sobre hojuelas, las escisiones pronto se dejaron ver cuando la dirigencia se volvió cada vez más autoritaria y entreguista. En definitiva, el sindicato de maestros se fracturó y desde finales de los noventa principios del nuevo siglo, la maestra Elba Esther Gordillo, tuvo que lidiar con sectores discrepantes de su mandato, tanto así que no tuvo otro remedio que articular mañosamente una figura vitalicia que le concediera el poder permanente al frente del sindicato, sometiendo internamente a sus adversarios.
En su recorrido público, la señora Gordillo ocupó lugares estratégicos y protagónicos dentro de la clase política. Además de secretaria general del sindicato de maestros, llegó a ser diputada federal por el PRI y secretaria general de la misma organización política en una extraña dupla conformada con Roberto Madrazo, la cual más tarde le costaría la echarán de las filas del tricolor. Después edificó su propio partido político: Nueva Alianza. En sus convenios privados, siempre se supo que la señora Gordillo se apoderó de instituciones como la lotería nacional, el ISSSTE, algunos puestos claves de la SEP y en el más reciente sexenio la primera instancia de seguridad nacional.
Todas estás posiciones, la señora Gordillo las obtuvo mediante el chantaje, la corrupción y las complicidades de quienes ven en los maestros una organización poderosa e idónea para movilizar amplios sectores de personas que cumplirán a pie juntillas las órdenes que les impongan desde la dirigencia. Para ello, Gordillo se ha valido de todo tipo de artilugios para someter a sus súbditos, por ejemplo el caso más visible fue la entrega de camionetas "Hummer" con un valor aproximado de 300 mil pesos a cada uno de los líderes de las diversas secciones que componen el SNTE, evento que tuvo que revertir ante la presión social ciudadana que se ejerció desde los medios de comunicación y desde luego desde las trincheras políticas de sus adversarios. El capítulo final de aquella historia terminó con una increíble y absurda idea donde la señora Gordillo argumentó que las había entregado para que a su vez los líderes sectoriales las rifaran y así pudieran hacerse de fondo. Nadie creyó aquella ridícula versión.
En fechas recientes, Elba Esther Gordillo ha pronunciado un Mea culpa al reconocer que estableció un acuerdo en lo oscurito con el entonces candidato a la presidencia de la República mexicana, Felipe Calderón Hinojosa. El informe presentado por esta lideresa sindical, confirmó las sospechas de varios mexicanos, el voto corporativo se puso al servicio del PAN y de Calderón. Sin embargo, esta información por más novedosa que quisiera parecer, literalmente sorprende a muy pocos, pues la estructura política tiene tal diseño que es normal que existan este tipo de anuncios comprometedores y espectaculares. Al final del día, los escandaloso de la noticia se diluyó literalmente por decreto presidencial, pues a estas alturas del partido, prácticamente Felipe Calderón tiene el poder de zanjar versiones por convenir así a sus intereses o simplemente porque nada ni nadie lo obliga a rendir cuentas.
También, en aquella presentación pública, la señora Gordillo se deslindó de uno de sus aliados políticos más cercanos, Miguel Ángel Yunes. El conflicto mediático que ambos desataron, propiciaron que los ciudadanos mexicanos, confirmáramos la podredumbre de los sótanos de la política, lo que un día fue una relación de complicidades, hoy se descubre como una relación de odio y de poder. En términos simples, una historia más de telenovela, donde coexisten poderosos, malos y corruptos y que el espectador sólo le queda el recurso de mirar sus tropelías.
Como sabemos, la educación es uno de los factores que producen desarrollo en cualquier país. El caso de México tiene ese gran problema: la educación está secuestrada por la ambición incontenible de una señora que se dice llamar maestra sin serlo, y que usa al sindicato para frenar el desarrollo educativo del país. Recordemos los encuentros con la secretaria de Estado (hoy diputada) Josefina Vázquez Mota, quien pretendió osadamente hacer cambios en la estructura magisterial y recibió a cambio un fuerte revés que con todo y el nombramiento presidencial la obligó a dejar la SEP. La lección fue: nadie puede tocar al sindicato y mucho menos a su lideresa.
Sin embargo, razones hay de sobre para obligar al gobierno federal a que haga algo de inmediato. Por ejemplo, las pruebas Enlace (que dicho sea de paso no son nuevas ya que muchos países las emplean), no han podido consolidarse como instrumentos de medición fiables, su proceso de aplicación está sometido a acuerdos políticos y a beneficios para los profesores. El nivel de preparación y actualización de los profesores es tristemente deplorable, existen maestros que ni siquiera tienen los conocimientos elementales de español y matemáticas. La venta de plazas sigue siendo un gran negocio, pues más allá que éstas se hereden entre familiares, llegan a tener unos costos impagables que obligan a la conformación de mafias al interior del sindicato que lucra con dichas plazas. Esto sin mencionar los gastos personales inconmensurables de la señora Gordillo quien en una sola exhibición pública puede estar ataviada con un atuendo de 250 mil dólares.
Pero la pregunta principal, está en torno a qué es exactamente lo que ha conferido un poder extraordinario a Elba Esther Gordillo, en verdad es la mujer poderosa que consolida su imperio sexenio tras sexenio, o bien, su trabajo ha sido fortalecer el "mito" de su poder omnipresente, el cual probablemente no tenga la fuerza que dice tener, pero que en la percepción de la clase política se ha consolidado. En verdad, la fuerza de Gordillo le permitió a Felipe Calderón llegar a la presidencia, o simplemente se está vendiendo con esa circunstancia, que de cualquier forma estaba amañada para que Calderón obtuviera los favores del tribunal electoral y la maestra Gordillo se quiera colgar de ese triunfo... al tiempo.
Juan José Solis Delgado(Ciudad de México, 1973) Es licenciado en Comunicación Social por la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Xochimilco. Cursó estudios de Economía en la UAM-I. Tiene un diplomado en creación literaria por la Universidad del Claustro de Sor Juana. Cuenta con una especialidad en Desarrollo de Habilidades Docentes por la Universidad Tecnológica de México y cursó la maestría en Comunicación en la Universidad Iberoamericana, especializándose en la comunicación política.
Por más de 12 años ha trabajado como productor y locutor de radio en emisoras como Radiofórmula, Cambio 1440, Radio Capital, Radiorama y ABC Radio.
Ha sido coordinador de producción en programas de televisión en las empresas Televisa y Tv Azteca. Ha sido responsable de la Comunicación Social de la Subprocuraduría de Justiticia del Estado de México sede en Tlalnepantla.
Fue coordinador de comunicación social en campañas políticas en las elecciones federales intermedias del 2003.
En el campo editorial, se desempeñó como Director Editorial y editor responsable de la revista Alas de papel de Editorial Noctua.
También ha laborado como docente en diversas instituciones de educación superior, como la Universidad de la Comunicación, la Universidad del Claustro de Sor Juana, la Universidad Tecnológica de México y actualmente en Escuela de Periodismo "Carlos Septién García" y en la Universidad Iberoamericana.
Su principal afición es la lectura y en particular las novelas de escritores iberoamericanos. Sus autores favoritos son Mario Vargas Llosa y Juan Carlos Onetti.
Actualmente está encargado de la difusión de la investigación en la Universidad Iberoamericana, Ciudad de México.
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