La orden vigente obliga a los militares homosexuales evitar revelar que son gays, y al mismo tiempo impide a sus superiores preguntarles cuál es su orientación sexual.
El tribunal dijo que refrendaba un fallo anterior que mantiene vigente esa norma "a fin de proporcionar a esta corte la oportunidad de considerar plenamente los hechos presentados en vista de estos hechos no difundidos anteriormente".
Pese al retraso en desmantelar la polémica ordenanza, el fallo prohíbe al gobierno federal investigar, penar o licenciar a cualquier miembro homosexual de las fuerzas armadas.
La orden es el último revés en el limbo legal en que se encuentran los militares homosexuales mientras las apelaciones transcurren lentamente por el mundo de las maniobras legales, al tiempo que el gobierno federal desmantela poco a poco el sistema en vigencia. Las autoridades esperan terminar ese cometido para fines de año.
El tribunal de apelaciones suspendió la política militar con relación a los gays el 6 de julio, pero el Departamento de Justicia presentó el jueves una moción de emergencia por considerar que poner fin a dicha política en estos momentos daría al traste con el ordenado proceso de su derogación, de acuerdo con una ley firmada por Obama en diciembre.
El fallo del viernes fue respaldado por la entidad Servicemembers United, una organización activista integrada por militares gays y lesbianas en servicio activo y veteranos, aunque el director general del grupo, Alexander Nicholson, mostró su irritación por el lento proceso de desmantelar la controvertida ley.
"La situación para poner fin definitivo a esta política federal anticuada y discriminatoria ha pasado a ser absolutamente ridícula", dijo Nicholson. "Simplemente no está bien mantener en este circo por más tiempo a los hombres y mujeres de nuestras fuerzas armadas".
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