Las emisoras de tarjetas de crédito están haciendo más y más publicidad dirigida a los más jóvencitos. Por ello, no te sorprendas que muy pronto tu hijo(a) adolescente te pida una tarjeta de crédito: Incluso en muchas universidades los estudiantes ya están rodeados de ofertas de crédito. Pero antes de acordar otorgarle -o patrocinarle- una tarjeta de crédito a tu hijo, considera enseñarles muy bien la responsabilidad que conlleva tener crédito.
Asegúrate de decirles que sin un historial de crédito (o peor, con un historial de crédito malo) en el futuro podría resultarles muy difícil alquilar un apartamento, o sacar un préstamo para un automóvil.
Háblales sobre el crédito desde que son chiquitos y así, cuando lleguen a cierta edad, puedes considerar estos consejos sobre el dinero plástico y tus jóvenes.
Usuario autorizado
Una forma de enseñarle a tu hijo/hija sobre el crédito es si le das autorización para usar una de tus tarjetas. De esta forma comenzará a establecer un historial crediticio y le ayudará a establecer un buen crédito. Por supuesto tu tienes que ser responsable con la tarjeta y serás responsable por cualquier deuda en la tarjeta. Vale mencionar que bajo la opción de autorización, no le tienes que dar una copia de la tarjeta para llevar encima.
Supervisión
La forma más fácil para que una persona menor de 21 años consiga una tarjeta de crédito es con la firma de uno de sus padres. Esto te dará más control y supervisión sobre los gastos crediticios de tu hijo o hija.
Tarjeta de crédito asegurada
Se trata de una tarjeta en la que se deposita el dinero que será usado en la tarjeta. Esa cantidad representa el límite de la tarjeta y no puede gastar más de lo que tiene. Algunos jóvenes usan esta tarjeta como una cuenta de ahorro con interés ya que algunas compañías ofrecen interés por el dinero depositado.
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