¿Cuántas veces has escuchado a algún latino muy exitoso decir que debemos ayudarnos unos a otros pero luego él (o ella) es el primero en olvidarse de sus palabras apenas le sacan el micrófono de adelante?
Hace unos años me presentaron a una mujer muy conocida en los medios para que exploráramos la manera en que podríamos trabajar juntas. En ese momento, ella trabajaba en un prestigioso programa de televisión en inglés y yo acababa de publicar mi libro La ventaja latina en el trabajo. Intercambiamos emails pero nunca logré concretar una reunión. Varios meses más tarde la escuché presentar en una conferencia y decir reiteradamente que debíamos aumentar la cantidad de latinos en los medios en inglés ya que era inaceptable que hubiera tan pocos.¿Cuántas veces has escuchado a algún latino muy exitoso decir que debemos ayudarnos unos a otros pero luego él (o ella) es el primero en olvidarse de sus palabras apenas le sacan el micrófono de adelante?
Aproveché para acercarme a ella una vez que hubo terminado su presentación y conversamos un buen rato. Le regalé una copia de mi libro y a pedido suyo, le envié copias de mis tres libros anteriores, y me aseguró que nos reuniríamos para pensar la mejor manera de colaborar. Después de eso, nunca más logré que me respondiera los emails o los llamados telefónicos.
Desafortunadamente, a lo largo de los años escuché muchas historias similares respecto de esta mujer, la más reciente fue la semana pasada cuando una jovencita, que fue su pasante el año pasado, me comentó que había creído que la falta de ayuda que había recibido durante su pasantía tenía algo que ver con alguna incompetencia propia. Se sintió aliviada al corroborar que no, que esta mujer actúa de esta manera con todos.
Ahora, es verdad que al haber pocos líderes latinos en posiciones claves éstos reciben muchos más pedidos de ayuda que la persona promedio y que obviamente no pueden ayudar a todo el mundo o eso es lo único que harían todo el día. Es verdad que a menudo los que piden ayuda no son candidatos calificados, que ayudarlos podría en efecto dañar la imagen del líder que extiende la mano y que es difícil explicarle esto a alguien. Y también es cierto que a veces lo que pedimos no es factible. Por ejemplo si le pides a tu contacto que te presente al Director de Publicidad de su organización para que te ponga publicidad en tu website pero tu contacto sabe que esa decisión la toma la agencia de publicidad que usa su empresa.
Sin embargo, con frecuencia las personas que llegan a un lugar clave, y que como es lógico lo han hecho gracias a un ejército de contactos que los han ayudado, cortan la soga para que los que vienen detrás no puedan subir. Esto nos perjudica a todos y vale preguntarse cuáles son algunas otras razones además de las que te comentaba recién por las que esto ocurre. Tal vez el que niega su ayuda cree que si le abre la puerta a otro latino le quitará su posición de ser "el único latino". O que tema que sus jefes lo consideren un "activista" al promocionar el ingreso de otros latinos a su compañía. O que sus jefes crean que solo tiene una red de contactos hispanos. Cualquiera sea el temor que guíe a estas personas a negarse a ayudar a individuos preparados y de buena reputación, sus acciones nos perjudican a todos.
Porque este país necesita aumentar el número de latinos en posiciones de liderazgo para poder participar en las decisiones que se toman a alto nivel y que afectan a nuestra comunidad. En realidad no hay nada que temer porque hay lugar para muchos líderes y muchas voces. Es más cuantos más líderes latinos (así como más mujeres y personas diversas en general) haya en puestos jerárquicos en todos los sectores más común será verlos y más oportunidades habrá para todos. Es decir, en lugar de pensar que si abres la puerta a otro latino se reduce la porción del pastel que te toca, debes pensar que el pastel se agranda para todos.
10:58 p.m.
falta solidaridad entre hispanos
,
FaltaSolidaridadEntreHispanos
,
latinos no ayudan a otros latinos
,
LatinosNoAyudanAOtrosLatinos
Edit
0 comentarios:
Publicar un comentario