Si piensas que las emociones y los sentimientos son cosas que nunca deben aparecerse en el plano profesional, bien valdría la pena conocer a Alicia Morga.
Esta joven empresaria no sólo sabe de primera mano la importancia de conocer –entender y respetar- nuestras emociones, sino que incluso ha creado una aplicación móvil (app) con ese propósito: gottaFeeling es una aplicación gratuita que permite a los usuarios "registrar" sus "sentimientos" diariamente para luego lidiar con ellos de la mejor manera posible. ¿La razón? El poner atención a tus sentimientos y emociones te puede ayudar a tomar mejores decisiones; comunicarte más claramente y sentirte mejor.
Y eso es algo que Morga sabe muy bien y de primera mano. En 2008, como CEO de Consorte Media, la compañía de medios digital que ella fundó en 2005 y que rápidamente recibió capital privado para crecer, estaba más estresada que nunca, así que decidió pedir ayuda a una experta en asesoría de ejecutivos en su alma mater, Stanford Graduate School of Business.
Una de las primeras lecciones que aprendió fue a respetar sus sentimientos, algo en lo que nunca antes había reparado. Como ella misma lo escribió un día en una famosa revista: "Tenía demasiadas sensaciones pasando dentro de mí, pero había aprendido a suprimirlas en lugar de valorarlas. Resulta que reprimir tus sentimientos no hace que desaparezcan como por arte de magia".
La lección aprendida no solo le funcionó a las mil maravillas en el plano empresarial (Morga, quien logró recaudar $10 millones en capital privado, vendió su compañía en 2010 por una cantidad no divulgada a la empresa AudienceScience.
Como es el caso de muchas mujeres exitosas, la vida de Morga no ha sido toda color de rosa.
Alicia Morga nació hace 39 años en California y fue la octava de una familia de 11 hermanos y hermanas. Ella cuenta que cuando su padre, originario de Durango, México, perdió su empleo la familia entera se vio sumida en la pobreza. Tanto así, que su hermanito menor murió de desnutrición, lo cual hizo que el estado de California interviniera despojando a los Morga de sus hijos y ubicándolos en distintos hogares de acogida (foster homes).
Pese a lo traumático de ese evento, Alicia tuvo la suerte de que la ubicaran en la misma casa de acogida con María, su hermana gemela, y las dos lograron graduarse de high-school. Alicia era tan buena en la escuela que su propia hermana la instó a meter una solicitud a la prestigiosa Stanford University. "Eres muy buena para los estudios. Deberías intentarlo", le dijo su hermana. Así lo hizo y casi para su sorpresa, la aceptaron.
Pero una cosa es que te acepten en una universidad y otra que puedas cargar con su elevado costo. Ahora, Morga tenía que arreglárselas para pagar $27,000 que costaba la colegiatura cada año. Lo hizo tomando no uno, sino varios empleos, incluyendo uno como mesera y otro en una biblioteca local.
"La verdad no tenía idea de lo que quería hacer con un título" dice Morga. "Sabía que con eso la gente tenía mejores empleos y, por consiguiente, ganaba más dinero. Pero no pensé mucho más".
Las grandes ligas
Muy poco tiempo después, Morga jugaba ya en las grandes ligas: Fue contratada de tiempo completo por Goldman Sachs, donde había hecho una pasantía. La experiencia no le encantó, así que rápidamente volvió a la escuela, esta vez a estudiar leyes y se fue metiendo poco a poco en Derecho Corporativo y más tarde en el área del capital de riesgo (venture capital). "Poco a poco, pero no inmediatamente, me iba acercando a mi verdadera pasión: empezar mi propio negocio", recuerda sobre esas épocas.
Animada por un amigo que había hecho lo propio, se lanzó y en 2005, desde el closet de su casa empezó Consorte Media, una compañía que ayuda a anunciantes y agencias de publicidad a captar audiencias Hispanas en Internet. El éxito fue tal, que logró venderla unos años más tarde y desde entonces se ha dedicado a muchas cosas, incluyendo el desarrollo de su app, pero ya está pensando ya en su siguiente negocio, algo de lo que todavía prefiere no hablar.
Mientras tanto, y para continuar su proceso de auto-exploración, Morga se ha hecho a la tarea de conectarse mejor con ella misma (con sus orígenes, sus emociones y su ser personal), tomando clases de música, de baile y hasta cantando en una banda en San Francisco). Todo esto con un objetivo en mente: Hay que salir de nuestra zona de comfort y experimentar cosas nuevas o –como ella lo expresa mejor- sorprenderse e incluso asustarte a tí misma al probar cosas diferentes.
"Cuando vendí mi negocio, tomé un tremendo riesgo y me lancé a lo desconocido", recuerda Morga. Y eso es algo que muchas no hacemos con frecuencia, pues preferimos aferrarnos a lo que mejor sabemos sin probar nuestros límites ni abandonar nuestra rutina.
A esta joven emprendedora, que le fascina ponerse siempre a prueba, estos riesgos no solo la han hecho una mejor mujer de negocios, sino que le han traído muchas satisfacciones.
Y, como ya podemos imaginar, le falta muchísimo todavía...
¿Quieres conocer más historias de mujeres exitosas o en busca del éxito en todos los aspectos de su vida? ¡No te pierdas nuestra serie Mujeres como Yo.
Esta joven empresaria no sólo sabe de primera mano la importancia de conocer –entender y respetar- nuestras emociones, sino que incluso ha creado una aplicación móvil (app) con ese propósito: gottaFeeling es una aplicación gratuita que permite a los usuarios "registrar" sus "sentimientos" diariamente para luego lidiar con ellos de la mejor manera posible. ¿La razón? El poner atención a tus sentimientos y emociones te puede ayudar a tomar mejores decisiones; comunicarte más claramente y sentirte mejor.
Y eso es algo que Morga sabe muy bien y de primera mano. En 2008, como CEO de Consorte Media, la compañía de medios digital que ella fundó en 2005 y que rápidamente recibió capital privado para crecer, estaba más estresada que nunca, así que decidió pedir ayuda a una experta en asesoría de ejecutivos en su alma mater, Stanford Graduate School of Business.
Una de las primeras lecciones que aprendió fue a respetar sus sentimientos, algo en lo que nunca antes había reparado. Como ella misma lo escribió un día en una famosa revista: "Tenía demasiadas sensaciones pasando dentro de mí, pero había aprendido a suprimirlas en lugar de valorarlas. Resulta que reprimir tus sentimientos no hace que desaparezcan como por arte de magia".
La lección aprendida no solo le funcionó a las mil maravillas en el plano empresarial (Morga, quien logró recaudar $10 millones en capital privado, vendió su compañía en 2010 por una cantidad no divulgada a la empresa AudienceScience.
Como es el caso de muchas mujeres exitosas, la vida de Morga no ha sido toda color de rosa.
Alicia Morga nació hace 39 años en California y fue la octava de una familia de 11 hermanos y hermanas. Ella cuenta que cuando su padre, originario de Durango, México, perdió su empleo la familia entera se vio sumida en la pobreza. Tanto así, que su hermanito menor murió de desnutrición, lo cual hizo que el estado de California interviniera despojando a los Morga de sus hijos y ubicándolos en distintos hogares de acogida (foster homes).
Pese a lo traumático de ese evento, Alicia tuvo la suerte de que la ubicaran en la misma casa de acogida con María, su hermana gemela, y las dos lograron graduarse de high-school. Alicia era tan buena en la escuela que su propia hermana la instó a meter una solicitud a la prestigiosa Stanford University. "Eres muy buena para los estudios. Deberías intentarlo", le dijo su hermana. Así lo hizo y casi para su sorpresa, la aceptaron.
Pero una cosa es que te acepten en una universidad y otra que puedas cargar con su elevado costo. Ahora, Morga tenía que arreglárselas para pagar $27,000 que costaba la colegiatura cada año. Lo hizo tomando no uno, sino varios empleos, incluyendo uno como mesera y otro en una biblioteca local.
"La verdad no tenía idea de lo que quería hacer con un título" dice Morga. "Sabía que con eso la gente tenía mejores empleos y, por consiguiente, ganaba más dinero. Pero no pensé mucho más".
Las grandes ligas
Muy poco tiempo después, Morga jugaba ya en las grandes ligas: Fue contratada de tiempo completo por Goldman Sachs, donde había hecho una pasantía. La experiencia no le encantó, así que rápidamente volvió a la escuela, esta vez a estudiar leyes y se fue metiendo poco a poco en Derecho Corporativo y más tarde en el área del capital de riesgo (venture capital). "Poco a poco, pero no inmediatamente, me iba acercando a mi verdadera pasión: empezar mi propio negocio", recuerda sobre esas épocas.
Animada por un amigo que había hecho lo propio, se lanzó y en 2005, desde el closet de su casa empezó Consorte Media, una compañía que ayuda a anunciantes y agencias de publicidad a captar audiencias Hispanas en Internet. El éxito fue tal, que logró venderla unos años más tarde y desde entonces se ha dedicado a muchas cosas, incluyendo el desarrollo de su app, pero ya está pensando ya en su siguiente negocio, algo de lo que todavía prefiere no hablar.
Mientras tanto, y para continuar su proceso de auto-exploración, Morga se ha hecho a la tarea de conectarse mejor con ella misma (con sus orígenes, sus emociones y su ser personal), tomando clases de música, de baile y hasta cantando en una banda en San Francisco). Todo esto con un objetivo en mente: Hay que salir de nuestra zona de comfort y experimentar cosas nuevas o –como ella lo expresa mejor- sorprenderse e incluso asustarte a tí misma al probar cosas diferentes.
"Cuando vendí mi negocio, tomé un tremendo riesgo y me lancé a lo desconocido", recuerda Morga. Y eso es algo que muchas no hacemos con frecuencia, pues preferimos aferrarnos a lo que mejor sabemos sin probar nuestros límites ni abandonar nuestra rutina.
A esta joven emprendedora, que le fascina ponerse siempre a prueba, estos riesgos no solo la han hecho una mejor mujer de negocios, sino que le han traído muchas satisfacciones.
Y, como ya podemos imaginar, le falta muchísimo todavía...
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