VIDEO: Bochornoso final a golpes, Paraguay mezquino finalista

 En la ruleta de los penaltis la recompensa de Paraguay (5-3) fue justa a medias. De nuevo, gracias al meta Justo Villar se ha llevado un premio no merecido: estar en la final de la Copa América de Argentina55, donde enfrentará a Uruguay.

La ingratitud del futbol no ha premiado a los mejores. Paraguay repitió la escena mediocre que tuvo ante Brasil, con el aditamento de la conducta antideportiva frente a Venezuela.

Paraguay es finalista. Una novedad que no se esperaba. Obtuvo demasiado premio por su esmirriado desempeño, durante y después del extra tiempo.

Los guaraníes fueron una calca de su pobreza mostrada ante Brasil. De flojo rendimiento. Un equipo enjaulado, aprisionado y aislado por unos venezolanos carentes de fortuna.


Villar atajó un penalti a Thiago Silva. Sólo él ha sido héroe. Los demás, simples comparsas del desorden y la violencia.

Justo, de nuevo, se erigió en figura. Contuvo un tiro desde los once pasos a al venezolano Franklin Lucena.

Fue suficiente esa falla Vinotinto para que su andar alegre sufriera un colapso. La estrella y la luz de Lucena se desvaneció en el Día "D". El día de la decisión.

En su cita para "matar" o "morir" en la cancha, el volante e hijo prodigo de Acarigua hipotecó la proeza de su selección.

Su lanzamiento fue suave, con la parte interna del pie derecho. Fácil para la atajada del meta guaraní.

Villar, vital una vez más. Sus compañeros, certeros en los cobros, pero escoltas sin cielo.
Nada, absolutamente nada hicieron en 120 minutos para alcanzar la altura futbolística de la Vinotinto.

Poco o nulo atrevimiento. Poco o escaso futbol. Cinco empates consecutivos. Ninguna victoria.
Más miseria no puede enseñar Paraguay. La mezquindad del balompié en su más lúgubre expresión.

Venezuela no completó la hazaña. Estuvo al borde del paraíso y se ha quedado en el purgatorio.

La penitencia Vinotinto es ahora buscar el consuelo del tercer lugar ante Perú.

Una expiación de lo que pudo haber sido y no fue.

Porque jugadas clave para definir todo a su favor las creó a tiempo y destiempo: un remate de cabeza de Alejandro Moreno (m.42) y el esférico se estampa al travesaño.

Trallazo de Giancarlo Maldonado (m. 97); Miku Fedor desvía y el parante izquierdo niega el gol.

Zurdazo en tiro libre directo de Juan Arango (m.99) y otra vez, el poste prohíbe la ventaja a Venezuela.

En el contrarremate, "Miku" Fedor lanza el escopetazo y Villar aguanta la metralla a dos puños.

 Gabriel Cichero se pone el traje de luces (m. 111). Torea a cuatro rivales y les hace la faena en el borde del área. Un quinto burel –Paolo Da Silva- le sale al paso y le quita el capote. El pase de gol se pierde.

Aun así, el tesón de los Vinotinto ensena a los guaraníes que ya no es menos que nadie.

Venezuela tuvo todo el empeño y la vehemencia futbolística para ganar. La maldita suerte de los penaltis le ha marginado de la final.

Sin embargo, ha dejado una huella indeleble en estadio Malvinas de Argentina.

Paraguay supo aguantar la vulgaridad del 0-0. Eso, quizás tiene mérito para ellos. No para el futbol.

En la noche mendocina, ha dejado con las manos vacías a Venezuela.

Una Venezuela que, jugando al futbol no pierde. Todo lo contrario. Merece ser digna de reconocimiento.

Ratifica la categoría que la ha llevado a tener su mejor rango de su historia en el certamen continental.

Porque en su avance, Venezuela muestra que se ha librado de todo tipo de complejos del pasado. No le teme a nadie.

Ya se encuentra en una escala de amplio valor para tenerle en seria consideración para las eliminatorias mundialistas.

Perdiendo en penales con Paraguay ha ganado más.

FUTBOL Y ACTITUD DENIGRANTE

Los guaraníes, entre tanto, están en la final contra Uruguay.

En cinco ocasiones les ha funcionado la premisa de no perder el orden – y ante Venezuela, sobre todo después de la expulsión de Jonathan Santana- supo no descuidarse atrás.
Una copia fiel de su tibieza en el torneo.

"Siempre dije que nunca en mi vida, ni como jugador ni como entrenador, había tenido culo. Y esta vez tuve culo", dijo el técnico argentino Gerardo "Tata" Martino al graficar la eliminación de Brasil, a manos de Paraguay, también en penales.

¿Qué calificativo le dará al futbol ramplón de la "Albirroja, y a las actitudes antideportivas de sus jugadores?

Si Paulo Da Silva festejaba y recibió el empujón de Leo Morales, arquero suplente de Venezuela, ¿Por qué no decidió continuar su festejo y evitar los golpes?

La victoria de Paraguay ya estaba sentenciada. La violencia y enfrentamientos a golpes era innecesaria.

Una bochornosa actitud, en la que también intervino el técnico venezolano Cesar Farías –quien golpeó a un ayudante técnico de Paraguay.

Denigrante también fue el pleito entre "Miku" Fedor y el paraguayo Néstor Ortigoza.

¡Paraguay tendrá que cuidarse en la final de Buenos Aires!

Porque los uruguayos son los amos de la garra charrúa en el mundo del futbol.

Y son tan fuertes o más que los paraguayos, cuando de se trata de pegar con premeditación, alevosía y ventaja.

No vaya a resultar que a los guaraníes les salga el tiro por la culata.
Share on Google Plus

About Jesus Camarillo

This is a short description in the author block about the author. You edit it by entering text in the "Biographical Info" field in the user admin panel.
    Blogger Comment

0 comentarios:

Publicar un comentario