Washington, DC.- Las negociaciones por el incremento de la deuda nacional de Estados Unidos, que se libraban entre el presidente Barack Obama y el lider de la Cámara de Representantes John Boehner, colapsaron hace minutos después de que éste último se retiró de una reunión con el primer mandatario, declarando que seguiría los contactos solamente con los demócratas en el Senado. Obama dijo posteriormente que Boehner "se retiraba de las negociaciones", cuyo propósito era evitar una calamidad financiera. Sin embargo, dijo Obama, aún espera encontrarse con los dirigentes del Congreso, de parte de ambos partidos, en la misma Casa Blanca en la mañana del sábado.
En el curso de una dramática compareciencia en la sala de prensa de la Casa Blanca, Obama dijo que dependía ahora de los dirigentes del partido republicano explicarle cómo pensaban impedir que Estados Unidos cayera en una moratoria de pagos si es que no se aprueba finalmente un acuerdo entre las partes antes del 2 de agosto.
"Espero de ellos una respuesta en cuanto a cómo piensan hacerlo durante la próxima semana", dijo el Presidente. "También el pueblo estadounidense espera esta acción".
En una misiva que circuló entre los congresistas republicanos, Boehner reconoció haberse retirado de las conversaciones con Obama porque "al final de cuentas, no logramos hacer una conexión". Boehner agregó que conversaría con los líderes del Senado, que es controlado por una mayoría demócrata.
El derrumbe de las conversaciones, dijo Boehner, se debía, "no a las diferencias en nuestras personalidades sino a que tenemos diferentes ideas para nuestro país".
Las negociaciones tuvieron numerosos altibajos en las últimas semanas, generando informes el mismo jueves de que las partes estaban a punto de firmar un documento por el cual se cortarían tres billones de dólares en gastos federales, además de un billón de dólares en posibles ingresos adicionales, autorizándose a cambio de ello un aumento de 2.4 billones de dólares en lo que el gobierno federal podría pedir prestado.
Los rumores de este acuerdo llevaron a una ola de protestas de los congresistas demócratas de que el Presidente estaba concediendo demasiado en términos de recortes a los presupuestos sociales en los rubros del seguro médico Medicare y la Seguridad Social para jubilados, mientras que se le había concedido muy poco en cuanto a "ingresos adicionales", un eufemismo para designar nuevos impuestos.
Al final de su dramática conferencia de prensa, Obama recalcó sin embargo que "no nos declararemos en moratoria. Tengo confianza en ello".
Hasta ahora, el mandatario jamás dejó de expresar su seguridad en que el liderazgo bipartidario del Congreso llegaría finalmente a un acuerdo antes del 2 de agosto para aumentar el techo máximo de la deuda y evitar que el país ingrese, por primera vez en su historia, en una moratoria de pagos.
En declaraciones hechas durante el día, Boehner dijo que la Cámara de Representantes debería votar antes del miércoles 27 de julio para poder llegar con la resolución lista el 2 de agosto.
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