Una consulta quiropráctica tiene en exhibición una Cajita Feliz de McDonald’s de dos años de antigüedad, con la esperanza de que disuada a sus pacientes de comer comida rápida.
“Quisimos que nuestros pacientes reflexionaran acerca de las decisiones alimentarias que están tomando y de los contenidos reales de su comida”, aseguró a Business Insider Andrew Rivera, director del Bridge Chiropractic and Wellness Center en Omaha, Nebraska.
Esta es la fotografía que demuestra que la hamburguesa con queso se encuentra prácticamente intacta.
quí el domo en el que se conserva la Cajita Feliz: no está sellado al vacío ni refrigerado.
McDonald’s reconoció que sus hamburguesas no se pudren y explicó la razón en su sitio web para Canadá. En el fondo, la compañía asegura que sus alimentos están deshidratados, por lo que los microbios en ausencia de agua no pudren la comida, ya que necesitan de varios factores para poder crecer.
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