Obama pone fin a prohibición de gays en fuerzas armadas


WASHINGTON .- El presidente Barack Obama rechazó formalmente la prohibición a que los gays presten servicio abiertamente en las fuerzas armadas, terminando con una política que resultó controversial desde su promulgación, y cumpliendo una promesa en su campaña del 2008 a la comunidad homosexual. El mandatario se reunió con el secretario de la Defensa, Leon Panetta, y con el almirante Mike Mullen, el principal oficial militar de Estados Unidos, para firmar una notificación y enviarla al Congreso. El documento certifica que la preparación de los militares para actuar no será afectada al rechazar una política impuesta hace 17 años, que permitía a los gays formar parte de las fuerzas armadas siempre y cuando no revelaran su orientación sexual.

Eso significa que en 60 días será levantada la prohibición.

"Como comandante en jefe, siempre he confiado en que nuestros hombres y mujeres uniformados, que muestran una gran dedicación, emprenderán una transición ordenada hacia una nueva política que preserva la cohesión de las unidades, el reclutamiento, la conservación de efectivos y la efectividad de los militares", dijo Obama en una declaración.

"La acción de hoy sigue a un entrenamiento amplio de nuestro personal militar y a una certificación por parte del secretario Panetta y del almirante Mullen, en el sentido de que nuestros militares están listos para revocar esto. A partir del 20 de septiembre, los miembros del servicio armado no serán obligados ya a ocultar quiénes son para servir a nuestro país".

La medida del viernes se esperaba, luego que el Congreso aprobó en diciembre una ley para rechazar la prohibición. Antes de la política que sólo prohibía revelar la orientación gay, las fuerzas militares prohibían terminantemente que los homosexuales formaran parte de sus filas. Pero en 1993, Clinton dijo que los gays serían dados de baja sólo si se revelaba su orientación.

El levantamiento de la política anterior ha enfrentado una férrea oposición de algunos legisladores.

Hubo cierto rechazo inicial de los líderes militares, quienes estaban preocupados de que la medida generara represalias y erosionara la cohesión de las fuerzas en el campo de batalla.

Pero hace dos semanas, los jefes de las fuerzas castrenses dijeron a Panetta que poner fin a la prohibición no afectaría la forma en que se preparan los militares.

Grupos que impulsaron el cambio consideraron que la decisión del viernes debió haberse tomado hace tiempo, mientras que los opositores consideraron que esto no es sino un favor político a los activistas de izquierda en la comunidad lésbico-gay.
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